Un tiempo perfecto para la transformación

May 29, 2020

Publicado en Ecohabitar.

A pesar de que ambas crisis se manifiestan señalando con suficiente claridad las actividades de nuestra forma de vivir que hemos de restringir, seguimos obviando reconocer que sea un problema causado por  nuestro comportamiento. Pero si efectivamente seguimos ‘‘mirando hacia otro lado’’, y el problema es ajeno, cedemos también nuestro poder de prevención y cura. 

Un artículo de expertos del  Panel Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos expone las estrategias claves para tratar el Covid-19 y el cambio climático como crisis que son resultado de nuestra actividad económica. Una economía basada en la explotación y el crecimiento no puede estar en equilibrio con un planeta de recursos limitados, por lo que jamás podrá garantizar su salud; por mucha solución científica-tecnológica aplicada.  La destrucción y la degradación del planeta, multiplica exponencialmente las probabilidades de zoonosis, por lo que mientras no detengamos la destrucción del medio ambiente, no prevendremos la reaparición de otra pandemia. 

Para asegurar la salud hemos de detener la destrucción. Esto significa frenar la economía, transformar nuestro sistema económico: cerrar ciertos sectores y reforzar otros. El Covid-19 ha puesto en relieve la fragilidad de este sistema económico y si de hecho, el impacto de la respuesta médica-científica para frenar esta pandemia amenaza con un empobrecimiento más grave que la enfermedad: hay que cambiar el sistema económico, no la respuesta a la enfermedad. 

Al igual sucede con el medio ambiente.  Y según  los expertos: este cambio urge.  Si el agua, la tierra y el aire se contaminan, enferma el planeta y enfermamos nosotros. Si los desequilibrios son graves: el clima cambia y amenaza la vida. Por lo que un entender holístico de las crisis como síntomas de enfermedad en estos momentos debiera servirnos de guía para evitar o frenar las actividades que nos enferman.

En la medicina, el cuadro de síntomas son la clave del diagnostico. Pero para curar no basta con tratar los síntomas. Al igual que en la medicina, los problemas de la salud del mundo se manifiestan con el mismo sentido: los síntomas son las señales de la enfermedad para que busquemos un tratamiento, pero también hemos de buscar la causa. En el día a día de nuestra vida podemos ver con claridad que los productos y actividades* con mayor inversión energética son los más favorables para la economía, pero los que menos favorecen la salud. 

La solución al problema de la salud humano planetaria no es como con muchas enfermedades, un tratamiento, si no una abstención. Los síntomas son clave clara que indican que el exceso de energía, si bien si favorece el paradigma de la actual economía, no favorece en absoluto nuestra salud, ni la del planeta. 

El problema no es el Covid-19, el problema es la economía, el Covid-19 es una manifestación de ese problema.  Lo mismo sucede con el cambio climático.

Hace algo más de una década las grandes empresas se apropiaron de la palabra sostenibilidad, y ahora ya está al corriente en su lenguaje el término de cultura regenerativa.  Podemos ver esto incluso en la industria textil y en gran parte de los artículos en revistas como Vogue.  No se asume que el consumo en si es el problema, y que no necesitamos mas productos ni soluciones tecnológicas, si no abstenciones y reducciones.  Como bien dijo Einstein,  -no podemos solucionar nuestros problemas con la misma mentalidad que los creamos.  La solución es un ejercicio de retrospección, y honestidad con nosotros mismos.  

El ser humano ha vivido con muchísima menos energía a lo largo de millones de años, pero en estos últimos 200 hemos derrochado lo que en esos millones se ha acumulado, con la consecuente degradación medioambiental y el cambio climático. Actualmente el impacto de nuestro exceso es tal que de poco sirve buscar fuentes alternativas de energía para continuar produciendo y consumiendo al ritmo que la actual economía precisa para su funcionamiento.

Como explica Daniel Christian Whal en La sostenibilidad ya no es suficiente, necesitamos culturas regenerativas :  ‘‘crear sistemas regenerativos no es simplemente un cambio técnico, económico ecológico o social: tiene que ir de la mano con un cambio subyacente en la manera de pensar sobre nosotros mismos, nuestras relaciones con los otros y con la vida en su conjunto.’’

Tenemos que cambiar nosotros. Escuchar las señales y hacer un ejercicio de valoración con valentía y honestidad, sin temer el silencio ni el parálisis de las restricciones y los confinamientos, perfecto estado y oportunidad para la meditación. Perfecto tiempo para la transformación.